31 de diciembre de 2014

Una caja debajo de la cama

Lágrimas y sonrisas;
Decepciones y sorpresas;
Felicidad y tristeza;
Pero en el último día, me doy cuenta que todo pasó como debía ser.

En su momento nos preguntamos, ¿por qué me pasa esto?.
En los malos momentos, deseamos desaparecer;
En los días oscuros, deseamos que todo sea una ilusión;
Y repentinamente, aparecen personas que nos recuerdan que no todo está perdido.

"Before it gets better, the darkness gets bigger".

Un año bueno, un año malo. El mejor de los años, el peor de los años. No estoy aquí para descifrar como fue.
Somos dueños de lo que deseamos afecte en nuestra vida, y somos dueños de como queremos describir lo que nos ocurre.

Muchas personas se fueron, algunas sólo me hacían daño y a otras no las merecía.
Unas pocas llegaron a mi vida en el momento preciso, y no quiero que se vayan.
Me di cuenta que cada quien sufre y es feliz, a su manera.
Y lo más importante, es que me dieron otra oportunidad para ser feliz.

No me arrepiento de nada ahora.
Todo lo malo, me puso en donde estoy, y lo agradezco.

16 de diciembre de 2014

Unknown

Tengo tantos sentimientos por ti, que es difícil no tener miedo todo el tiempo.
Es difícil no temer el perderte, o que te alejes.
Es difícil no temer que encuentres a ese alguien mejor que yo, porque existe.

Quiero decirte tanto, todo, siempre, pero mis palabras quedan colgando en el aire.
No logro modular, y con suerte logro decirte cuanto te amo.
Es muy difícil expresarme cuando te tengo cerca,
Y mi miedo es que alguien logre hacer lo que yo no, y te alejes.

Soy demasiado cobarde, pero doy lo mejor para que sepas que todo lo que siento es real.
Que si te vas, me desvanezco.
Que si no te tengo, me muero.

26 de noviembre de 2014

Never doubt i love

Hay inseguridades que no me dejan y demonios que se aferran;
Pensamientos que me consumen y celos que me apoderan.
Tengo un millón de defectos y temores que me rodean,
Y entre todo este desastre que soy, tú eres mi más grande fortaleza.

Hay lágrimas que no cesan su camino; a veces de felicidad y otras por inseguridad.
Algunas noches morfeo se espanta de mis ojos enrojecidos, dejándome con un par de almohadas y una sábana.
Muchas son las noches en que cuestiono pasadas decisiones;
Menos la que tomé contigo.

No quiero escribir de cursilerias y menos de tristezas;
Tampoco pretendo hacerme poeta con estas letras.
Para lo único que escribo,
Es para decirte lo que no puedo a los ojos.

Sí me haces feliz y sí te amo;
Sí eres causante de mis miedos, pero también de mis alegrías.
No eres causante de mis problemas ni de mis tristezas;
No me deprimo al pensarte, pero sí al extrañarte.

No quiero atarte,
Ni mucho menos obligarte a permanecer con este desastre.
No quiero que finjas si tu amor se acabase.
Sólo quiero que sigas siendo lo que eres cada día;
Y también quiero caminar a tu lado por lo que me resta de vida.

Te amo, DFGP.

6 de noviembre de 2014

Black Hole

No sabía qué hacer.
Se encontraba en un mar de lágrimas sin motivo, y su cuerpo temblaba con la más mínima brisa del viento.
Era ese vacío inexplicable de nuevo, esa incertidumbre y esa inseguridad que se apoderaban de él una vez más.
¿Cómo podía terminar con todo eso?

Se había cansado, hacía mucho tiempo atrás que lo había hecho.
Era un muerto en vida, una máquina andante.
No esperaba que eso acabara pronto, ¡pero cómo lo deseaba!

Sus ojos ardían y la luna era su única compañía.
La luna, la oscuridad de la noche, y el viento, sus eternos amantes y cómplices de la vida.

21 de agosto de 2014

Ya no quiero escribir sobre amor

Y una vez más se encontraba arrancando la hoja de papel de su cuaderno y lanzandola al bote de basura a su derecha, no muy lejos de la puerta de su habitación. Tenía que escribir algo para su clase del día siguiente, algo que lo representara sin la necesidad de ser esta una biografía o descripción sobre él mismo y su vida. Podía ser un poema, o una historia ficticia como él de protagonista.

Pero su mente no trabajaba más que en pensamientos absurdos que desearía no tener. Los odiaba, tanto como levantarse temprano (pero no más).

Se exaltó al escuchar un golpe en la puerta. Había sido leve, casi sordo si él no hubiese estado sumido en otras cosas haciendo que en su mente resonara.

Era su padre, preguntando que era lo que había causado tanto ruido. Ambos miraron alrededor de la habitación. Claro, su lámpara se había roto en un intento desesperado de conseguir inspiración.  Su padre se marchó ante la explicación y él se echó sobre su cama, golpeando ligeramente el cuaderno con la punta del lápiz.

No tenía más opción. Su cerebro no cooperaba y pasaban ya de las once de la noche. Él no planeaba perder sueño por una tarea estúpida, no lo valía.

*
Un latido, un dolor, y un sollozo.
Las pisadas marcan tu lejanía, y las respiraciones tu indiferencia.
Ya no quiero escribir sobre amor,
O sobre corazones rotos. ¿Cuál es la diferencia, después de todo?

El viento sopla y se va, y yo me quedo.
Las personas vienen y van, pero yo observo.
¿Dónde estás?  Una vez más no viniste.
Espero por tu llegada, aunque sea en vano.

Vivo ilusionado, perdido.
Me desconecto y nunca más vuelvo,
Ya me he ido lo suficientemente lejos de aquí como para saber que no me necesitas. Aún así, sigo esperando.

Ya no quiero parecer un loco obsesionado, pues no lo soy.
No eres obsesión, sólo la parte de mí que se aleja sin saber.
Esa que se despega del padre, para jamás regresar.
Sin saber.

Aquí sigo, una vez más, escribiendo sobre dolor.
Pero ya no quiero escribir sobre amor.
¿Qué hago, antes de tirarme al precipicio?
Sólo pensar, pensarte... desde lo más profundo de mi mente.

15 de agosto de 2014

I try, I tried... I quit.

Caí nuevamente, en aquella oscuridad a la que no quería volver.
Caí en ese pequeño espacio que yo mismo creé, y el cual había abandonado.
Volví, me hiciste volver; me hiciste querer intentarlo, y retroceder en el último instante.
Me hiciste darme cuenta que estoy dañado, y que mi lugar está en ese agujero.

Nada me sostuvo, simplemente me lancé al vacío.
Pero yo no tengo alas, entonces... ¿Por qué?
Arriesgar y perder, la historia se repite una vez más.
Sin embargo, no te fijaste que realmente arriesgué, y mucho menos que perdí.

Me escondo, huyo, lloro, y a la vez sonrío.
Porque, así soy, ¿no?
No lo sé, no quiero saberlo, nunca lo sabré.
Sólo déjame cerrar los ojos y lanzarme nuevamente, siendo sostenido únicamente por mi mente.

Sólo aléjate, que yo haré lo mismo.
Sólo no intentes caber en este agujero, pues únicamente quepo yo.
Sólo déjame sumido entre lágrimas y risas, entre el pasado y el presente.
Sólo deja que el karma se encargue de mi cuerpo y alma.

19 de julio de 2014

Like art

Él quería que ella lo notara.

Tal vez era acosador, pero ya llevaba tanto tiempo observándola desde la oscuridad, que necesitaba que ella lo viera.

De una buena vez.

Ante los ojos de otros, de sus amigos, ella era linda. Sólo linda. Pero para él, era más que sólo su rostro.

Era ella, esa persona callada y reservada. Era su forma de tratar a los pocos con quien hablaba, y su manera de sonreír cuando algo era realmente gracioso.

No, no sólo una "sonrisa educada"; era esa forma en la que sus ojos desaparecían entre sus mejillas cuando sonreía. Como cada uno de sus colmillos aparecían levemente cuando lo hacía, y su cabeza iba un poco hacia adelante cuando todo sucedía.

Él perdía la cabeza.

Ella le hacía perder la cabeza, sin darse cuenta.

Sus palpitaciones eran aceleradas y sus manos sudaban cuando trataba de acercarse a ella. En ocasiones intentó preguntarle la hora, pero ella no usaba reloj. El de su celular, había pensado luego, pero temía.

Temía por todo.

Temía porque ella saliera huyendo, o fuera cortante. Porque él era raro.

Como, realmente raro.

Su cabello no seguía una sola dirección como el de otros chicos, sus ropas no eran combinadas. Y su cara, Jesús, su madre siempre le decía que necesitaba algo de vello facial en ella. Al menos un poco de barba, pareces coreano, le había dicho en una ocasión. Y él sabía que su madre creía que todos los coreanos eran afeminados.

Pero él no podía evitarlo.

Nada de eso.

Adoraba vestir de negro, y no peinarse, y su vello facial no crecía más de un centímetro cada cuatro meses. O más.

Él era raro.

Y ella era arte.

Tal vez sólo fue hecha para ser apreciada por él, desde la lejanía. Tal vez otro tendría el privilegio de tenerla, de hacerla sentir más valiosa de lo que era para él.

Tal vez, ella no estaba destinada a verlo a él.

Nunca.

21 de marzo de 2014

I have.... no one

Nadie.
Cruzar por las calles, ver parejas tomadas de la mano, ver amistades tonteando alrededor, son cosas que en mi subconsciente, en lo más profundo de mi mente, he envidiado desde hace ya varios años.

¿Qué me pasó?, ¿cómo me volví lo que soy ahora?

Sinceramente, prefiero ser quien soy en estos días a lo que alguna vez fui, pero... no me cabe la menor duda de que duele.

Dolió en su momento, y la herida ha dejado estragos en mí, en mi personalidad.

Alguna vez creí haber tenido todo para ser feliz. Amaba con locura, reía únicamente al pensarte. Disfrutaba cada instante al lado de las personas que me hacían feliz, sonreír; era esa época en la que sólo me ocupaba de conversar con amigos y hacer estupideces. La época en la que nos enamoramos y perdemos total autocontrol sobre nuestras acciones. La época en la que nos hieren constantemente por ser estúpidos.

Todo es efímero, nada es duradero, y sólo ahora lo comprendo.

No sé qué es más triste, si el no tener a alguien o no dejar que ese alguien pueda llegar a ser especial.

Algo se rompió dentro de mí en aquella época, algo que ahora me está pasando factura muy caro. Algo, que no sólo me está destruyendo a mi lentamente, sino también a personas que me quieren y que quiero.

No he podido amar desde entonces, desde que sentí que mi "vida perfecta" era destruida con palabras. Desde que me di cuenta, que las personas que tenía conmigo, siempre terminaban alejándose de mí.

¿Por qué?

¿Hay algo malo en mí?

Envidio mucho a las personas que tienen un o una mejor amigo/a, alguien en quién confiar enteramente, con quien hacer estupideces y sentirse bien. Envidio a quienes tienen con quien conversar durante largas horas sin aburrirse, o desvelarse jugando video juegos o viendo películas hasta caer rendidos. Envidio a esas personas porque sé que son felices, al igual que yo lo era cuando los tenía.

Es triste darse cuenta de la realidad, de que tienes estragos en tu vida que nunca te dejarán volver a ser lo que eras. Que esos estragos, son lo que los adultos llaman "experiencia".

Es triste saber que no tienes amigos ya, verdaderos amigos; que no puedes confiar en nadie, y debes estar cauteloso a cada paso que das. Es triste, y muy doloroso, estar rodeado de gente, pero seguir sintiéndote muy solo.