15 de septiembre de 2013

Máscara

Ser alguien bromista, tratar de subir los ánimos a quien anda decaído, aparentar ser feliz...
Sí, esa básicamente soy yo, alguien que trata con todas sus fuerzas no mostrarse como realmente se siente. Pero al final del día, me derrumbo.. Al final del día me doy cuenta que estoy sola, que me preocupo por tratar de hacer sonreír a los demás, pero sin yo ser feliz.
"Uno es quien decide si eliminar esas palabras dichas por otros y que le hieren, o retenerlas en el pensamiento y causarse daño", eso es lo que dicen..
He tratado, he cambiado de ser esa persona que le daba una importancia increíblemente grande a lo que los demás pensaran de mí, a alguien que simplemente hace lo que le gusta sin importar la opinión de otros.
Pero...
De todas maneras, hay palabras que me siguen afectando...
Tengo problemas de autoestima, eso desde que tengo memoria, y es inevitable sentirme mal por cosas que me digan. A pesar de que por fuera diga que me da igual, por dentro sus palabras me siguen dando vueltas..
Y es entonces cuando me derrumbo, cuando empiezo a llorar en silencio, cuando sé que la felicidad no es para mí.

Las personas deberían aprender a pensar antes de hablar. No todos somos iguales, por ende nadie se toma lo que se les dice de la misma forma. Hay quienes sí nos duele lo que nos puedan decir, pero callamos por miedo a ser heridos de una peor forma al mostrar nuestra debilidad.

Hay quienes hemos tratado de suicidarnos debido a esas personas que únicamente hablan, sin pensar en que pueden estarle haciendo un gran daño a la otra persona.

Hay quienes simplemente, estamos viviendo en este mundo sin propósito alguno.