23 de diciembre de 2015
Plumas en la memoria.
27 de agosto de 2015
Let go
El corazón duele y el viento sigue fluyendo de manera helada en los pasillos. Las manos congeladas tratan de escribir lo que la mente le dicta y su corazón siente. La mente, por su parte, sólo piensa en el suicidio. ¿Por qué? Es simple, ella ya no quiere seguir fingiendo.
Se esconde, día tras día, en una máscara que creó por sí sola y fue moldeada conforme los acontecimientos ocurrían. "Todo está bien" era su mentira favorita. Odiaba ser tomada por tonta, pero cómo se divertía haciéndose pasar por una.
Las mentiras dolían, pero dolía más el hecho de que ella también las usaba. "¿Cómo esperas que alguien sea sincero contigo, cuando tú no lo eres con esa persona?" Su interrogante favorita y aún así la que más detestaba, porque era cierta.
Las lágrimas rodaban con facilidad, ellas ya se conocían el camino de memoria hasta su mentón, al parecer. El frío le congelaba las piernas mientras esperaba en una banca. Al día siguiente vería a sus amigos en ese mismo lugar, sin que ellos supieran la soledad que su ser sintió mientras las estrellas salían.
Ella sabía la respuesta a su dolor, el cómo acabar con eso. Pero, joder, sí que era espantosa.
Aquel viejo y conocido refrán de "Si amas algo, déjalo ir" no podía lucirle más cierto ahora. Estaba enamorada, pero no podían estar juntos. Ya no más. Ella le hacía daño como veneno, y esa persona por quién daba todo tenía muchas otras que eran mejor. Ella sólo estorbaba en su felicidad.
La quería dejar ir, pero dolería.
31 de julio de 2015
26 de abril de 2015
The drop... again
1 de marzo de 2015
How come you don't feel ashamed
¿Crees que eres la única que llora por las noches o al amanecer?
¿Crees que no me doy cuenta cómo me miras?
¿Crees que no sé que te avergüenzas de mí?
Me dices constantemente qué no debo hacer pero, ¿te has preguntado siquiera una maldita vez qué es lo que yo quiero?
Me preguntas cómo me siento pero, ¿siquiera te has preguntado cuál es la verdadera razón por la que no te contesto?
Tu pequeña hija se ha ido, según tú. Esa hija a la que veías "vestida de niña" quieres que regrese. Pero ni una sola vez te has preguntado por qué ya no me visto de esa manera, ¿verdad?
Ves lo que quieres ver, y temes por la respuesta verdadera. Ni una sola vez me preguntaste cómo me sentía con mi aspecto, sólo te preocupa que me vea como antes lo hacía.
¿Sabes por qué antes lucía como niña? ¿Alguna vez te preguntaste si yo me sentía bien luciendo así?
No. Ni una sola vez lo hiciste.
Siempre odié mi aspecto, y aún lo hago de vez en cuando.
Nunca me sentí parte de esas chicas que se visten "femeninas", pero tenía que lucir de esa manera. Tenía que hacerlo porque te hacía feliz, y porque no tenía otra alternativa. No tenía dinero y no podía comprar la ropa que yo quería ni cortar el cabello a mi gusto.
Yo nunca he sido como las otras chicas.
Y tú nunca entenderás eso.
Me dijiste "ojalá me entiendas" pero, ¿tú me entiendes a mí? ¿Entiendes que lo que yo quiero, lo que a mí me gusta, está fuera de los parámetros que tú tienes para tu hija perfecta?
No. Esa hija tuya por primera vez se está sintiendo cómoda en su cuerpo, con su aspecto; pero para ti, tu hija se quedó en el colegio.