21 de marzo de 2014

I have.... no one

Nadie.
Cruzar por las calles, ver parejas tomadas de la mano, ver amistades tonteando alrededor, son cosas que en mi subconsciente, en lo más profundo de mi mente, he envidiado desde hace ya varios años.

¿Qué me pasó?, ¿cómo me volví lo que soy ahora?

Sinceramente, prefiero ser quien soy en estos días a lo que alguna vez fui, pero... no me cabe la menor duda de que duele.

Dolió en su momento, y la herida ha dejado estragos en mí, en mi personalidad.

Alguna vez creí haber tenido todo para ser feliz. Amaba con locura, reía únicamente al pensarte. Disfrutaba cada instante al lado de las personas que me hacían feliz, sonreír; era esa época en la que sólo me ocupaba de conversar con amigos y hacer estupideces. La época en la que nos enamoramos y perdemos total autocontrol sobre nuestras acciones. La época en la que nos hieren constantemente por ser estúpidos.

Todo es efímero, nada es duradero, y sólo ahora lo comprendo.

No sé qué es más triste, si el no tener a alguien o no dejar que ese alguien pueda llegar a ser especial.

Algo se rompió dentro de mí en aquella época, algo que ahora me está pasando factura muy caro. Algo, que no sólo me está destruyendo a mi lentamente, sino también a personas que me quieren y que quiero.

No he podido amar desde entonces, desde que sentí que mi "vida perfecta" era destruida con palabras. Desde que me di cuenta, que las personas que tenía conmigo, siempre terminaban alejándose de mí.

¿Por qué?

¿Hay algo malo en mí?

Envidio mucho a las personas que tienen un o una mejor amigo/a, alguien en quién confiar enteramente, con quien hacer estupideces y sentirse bien. Envidio a quienes tienen con quien conversar durante largas horas sin aburrirse, o desvelarse jugando video juegos o viendo películas hasta caer rendidos. Envidio a esas personas porque sé que son felices, al igual que yo lo era cuando los tenía.

Es triste darse cuenta de la realidad, de que tienes estragos en tu vida que nunca te dejarán volver a ser lo que eras. Que esos estragos, son lo que los adultos llaman "experiencia".

Es triste saber que no tienes amigos ya, verdaderos amigos; que no puedes confiar en nadie, y debes estar cauteloso a cada paso que das. Es triste, y muy doloroso, estar rodeado de gente, pero seguir sintiéndote muy solo.