No puedo explicarle al mundo todo lo que siento por ti ni porqué
lo hago, pues la mayoría no lo entiende ni jamás se molestarán en comprender mi
dolor. Te convertiste en una parte fundamental en mi vida desde el momento en
que te vi, a pesar de recordar cuánto miedo tenía de tocarte y que me
lastimaras. Estaba equivocada, fuiste la única que no me lastimó en el poco tiempo
que compartimos.
Siempre me preguntaré qué hice yo para recibir tanto amor de
tu parte. Me celabas; esperabas por mí a que llegara; me llamabas y te gustaba
pasar tiempo juntas, igual que a mí. ¿Por qué? Aunque te lo hubiese preguntado,
tú no me podías dar una respuesta; sin embargo, no necesito de una respuesta.
Me hiciste feliz, y sé que yo te hice feliz lo más que pude. Hay días en los
que me arrepiento de no haberte prestado atención cuando me llamabas, porque
estaba muy ocupada o sin ganas de levantarme, pero sin importar aquello, para
mí siempre serás parte de mi vida.
No sé dónde te encuentres ahora, mas espero que estés junto
a los demás a quienes amé y me amaron de igual manera. El lazo que teníamos
ambas jamás se romperá, porque lo he guardado en mis recuerdos junto a los
buenos momentos y locuras que pasamos tú y yo.
No creo volverte a ver de nuevo, pero el amor que me
mostraste por todos los años que viviste. lo recordaré como el más puro y
sincero que alguien me haya brindado durante toda su vida.